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SOLLOÍNA

Perro fútbol

Dijo Woody Allen que el cerebro era su segundo órgano preferido. El fútbol es mi segunda afición placentera por más que mi equipo no gana un título desde que Queipo de Llano entraba en la Catedral bajo palio. He de reconocer sin embargo que lo que fue un deporte, a veces bello, de once tipos contra once peleando por un balón se ha convertido en un espectáculo basura donde da igual que un grupo de energúmenos desprecie a un rival por ser negro, que haya un atentado o se le muera un hijo a un futbolista horas antes de un partido. Ha ocurrido en la tarde de este domingo, antes del Osasuna-Valencia, que se ha disputado a pesar del fallecimiento, por muerte súbita, de la hija de ocho meses de un jugador valencianista. Los dos equipos estaban de acuerdo en suspender el encuentro, el árbitro se ha lavado las manos, como es habitual. Sólo podía autorizarlo el presidente de la Federación Española de Fútbol, el señor Villar, reelegido hace poco. Pero el hombre no estaba localizable. En un negocio que mueve cientos de millones de euros, su máximo responsable no está localizable justo el día en que abre la bolsa de este mercado manejado por constructores, financieros, prestamistas, abogados y otros rutilantes empresarios, todos con ambiciones desmesuradas... para su club, su afición, su ciudad. No olvidemos los intereses de las cadenas de televisión, que pagan un dineral a los clubes por retransmitir una retahila de partidos insufribles, y que lleva sistemáticamente a cualquier telediario de turno, público o privado, a abrir la información deportiva con la última bobada del Real Madrid, aunque el suceso del día sea el fallecimiento de un piloto -español, incluso- en el rally Barcelona-Dakar. Ya hubo que jugar tras el 11-S, tras el 11-M. Hay que jugar siempre. Lo importante es que el balón ruede. Que no pare la ruleta. Que hay que cuadrar las cuentas. Que mantener el espectáculo. Y que los muertos entierren a sus muertos, como dijo el poeta.

1 comentario

Anónimo -

es lunes
es futbol
es la vida de los mediocres