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SOLLOÍNA

Conversación

(Me gusta la idea de Enrique Dans sobre las bitácoras como conversaciones entrelazadas en una plaza pública e ilimitada entre personas muy probablemente desconocidas pero relacionadas por inquietudes y/o intereses comunes. El propio Dans ha escrito sobre la profundidad de campo que permiten los enlaces. La creación de nuevos géneros textuales parejos a novedosos conceptos de aprendizaje y divulgación).

Pensar en un blog como un destino o producto en sí mismo es cada vez más un ejercicio de egolatría o de autopromoción. La unidad de análisis, cada vez más, no es el blog, sino la conversación. El conjunto de blogs que lees, la comunidad de personas que te lee o comenta en el tuyo, tus watchlists de Technorati que te avisan de en qué otras páginas se establecen conversaciones con cosas que tú has escrito o comentarios que has hecho a posts de otros, o temas que te interesan y quieres seguir...

Todo un conjunto de bases de datos entrelazadas, donde herramientas para poner orden como Technorati o el trackback se convierten en indispensables para seguir esas conversaciones. Varias veces me ha pasado ya esto de ver una mención en mis watchlists de Technorati, acercarme al blog en cuestión para hacer un comentario, y encontrarme con una reacción sorprendida del tipo "ayvá... ¿cómo me has encontrado?". Francamente, dudo mucho que la gente se meta en Internet para escribir en su blog. Me inclino más por pensar que la gente entra en Internet, escribe en su blog, pero además lee otros blogs, monitoriza su trackback, sus watchlists y sus comentarios, y, en general, participa en conversaciones. Y ese cambio de dimensión, de "mi página en Internet" a "mi conversación con el mundo" constituye realmente el cambio fundamental de la época de la "vanity page" a la era de los blogs.
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