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SOLLOÍNA

Memoria y tecnología

"Desde que la cultura se dirige desde los medios de comunicación, y sigue los dictados del mercado, todo lo que no es noticia o consumo tiende a ser apartado de las vías públicas. De ahí que estemos viviendo un olvido que puede llegar a ser aterrador. La memoria tendría que ser uno de los valores del siglo XXI. Aún vivimos bajo el tic de la innovación, que fue la bandera del siglo pasado, sin darnos cuenta de que las cosas ya no son nuevas, como quieren aparentar, sino terriblemente viejas. Todo nuestro arte es puro manierismo. Necesitamos hacer una reflexión, es decir, un buen ejercicio de memoria. Sólo de ahí volverá a surgir lo nuevo".
"Soy un gran defensor de Internet. Creo que es lo único verdaderamente nuevo que ha sucedido en los últimos 20 años. Sin Internet, Atalanta [su nueva editorial] no existiría como es. Esto es una prueba contundente de que la tecnología es lo que hoy transforma nuestras vidas y no la cultura humanista. De esto no me alegro, por supuesto, pero es así, y no hay espacio para lloriqueos. Quizá es mejor ver su parte positiva, que la tecnología es un medio y, como tal, algo también fundamental para el desarrollo de la cultura.  Pienso que la alta cultura no será definitivamente engullida por la cultura de masas gracias a la existencia de dos mundos antitéticos: por un lado, los buenos libreros que seleccionan y mantienen la calidad de la oferta editorial, y por otro lado, Internet, que permite a cada usuario informarse adecuadamente desde su casa de los libros que le apetece comprar”.
Jacobo Fitz-James Stuart Martínez de Irujo, Jacobo Siruela. El País Semanal, 2-10-2005

 

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