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SOLLOÍNA

... Y tantos

Hoy es mi cumpleaños. Parecen muchos. Demasiados. Algunos ya crujen por dentro. Pero aún espero que quede por vivir.

Porque permanece el deseo.

Porque hay suficientes dudas como para aprender.

Porque esta jodida profesión siempre tiene cosas que contar, pese a todo.

Porque los achaques son tan variados y constantes que recuerdan al segundo la fugacidad de la vida.

Porque esta madurez tiembla como un niño a veces.

Porque todavía aspiro a cumplir 70, beberme una botella de coñá al caer la tarde sobre Costa Ballena o Manhattan y escribir un "Manual de infractores", como el  de Caballero Bonald, o un "Cuaderno de Nueva York", como el de José Hierro, y despedir los días con un soneto así:

VIDA

Después de todo, todo ha sido nada,
a pesar de que un día lo fue todo.
Después de nada, o después de todo
supe que todo no era más que nada.

Grito "¡Todo!", y el eco dice "¡Nada!".
Grito "¡Nada!", y el eco dice "¡Todo!".
Ahora sé que la nada lo era todo,
y todo era ceniza de la nada.

No queda nada de lo que fue nada.
(Era ilusión lo que creía todo
y que, en definitiva, era la nada.)

Qué más da que la nada fuera nada
si más nada será, después de todo,
después de tanto todo para nada.

José Hierro ("Cuaderno de Nueva York")   

1 comentario

jesúsb -

felicidades