La insidia

Pedro José ya tiene un espía del que columpiarse y conjeturar sobre la especie indigna de que el PSOE, o alguien de ese partido, conocía que se iba a producir el atentado del 11-M en Madrid. Esa insidia sustenta la teoría del vuelco electoral tan querida a Josemari. El voto cuestionado. Españoles tontos todos. Que no atienden proclamas y monsergas de editoriales trufados de insinuaciones bífidas. La suma incontenible de disparates interesadas para confundir: del supuesto agente secreto a los servicios de inteligencia vecinos. Siempre con la sombra de ETA a un lado, y la de los socialistas a otro. Todos juntos en una insostenible alianza de civilizaciones contra el eje del bien. El viejo ventilador que vuelve con los peperos subidos al caballo desbocado de los columnistas de El Mundo. Jacas serranas que sólo atienden a sus reyertas. La amenaza del titular amenazante que chapotea en una piscina ilegal. Da igual que Huarte niege. Igual la legalidad o ilegalidad de lo solicitado. La investigación judicial, allí donde han de retratarse las pruebas de cargo, que no acompaña. Ay, si pudieran ir más allá del muro de papel.