Sorpresa Blázquez
Ha sido, sin duda, cosa del Espíritu Santo. La famosa paloma se ha posado sobre los obispos españoles que, otra vez, han derrotado a las huestes vaticanas. No era tan conservadora esta Iglesia como querían hacernos creer. Ni tan monolítica como pretendía Roma. ZP tiene suerte. La derecha se cabrea. Aquel tal Blázquez, como lo recibió el PNV recién nombrado obispo de Bilbao, se puede convertir en un hombre clave en el debate territorial. Y el 17 elecciones vascas.
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Anónimo -
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