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SOLLOÍNA

La Carmen de Merimée

La Carmen de Merimée A veces dan ganas de explicar que ese no sé qué de la mayoría de los ministros andaluces de los últimos Gobiernos, sean del PSOE o del PP, no lo da la tierra, de verdad. Con Aznar fueron Celia Villalobos -y sus cosas de la sanidad, todas, cualquiera de ellas, pero en especial las relativas a las vacas locas- y Arias Cañete -que se tuvo que comer las vacas que recomendaba Celia; el hombre se habrá hecho vegetariano. Con Zapatero, y mientras Magdalena Álvarez, Mandatela ya en la Junta de Andalucía, trata de cuadrar los pufos de Cascos en Fomento, la perla es Carmen Calvo. Arcadi relata la peculiar intervención de la ministra de Cultura en la celebración del número 100 de la "Revista de Libros", al confundir la conmemoración y el mismo nombre de la revista. Pero no es el primer patinazo sonado. Ya tuvo que retractarse del anuncio de que reduciría el IVA de libros y discos del 16 al 4 %. Pero su ascenso mediático se produjo en una reciente visita a Mallorca, cuando declaró algo así como que había sido "cocinera antes que fraila". Los no menos singulares columnistas de la derecha -en papel u online, con tribuna o blogger- aprovecharon el lapsus o la broma para lapidar a Calvo con el DRAE. Otros, como Manuel A. Almeida, en Mangas verdes, optaron por denunciar con humor el entreguismo de la ministra a la SGAE y la política antipiratería.
Pero Calvo tiene su público. Ya se decía que el presidente andaluz, Manuel Chaves, apreciaba de ella su capacidad de gestión y venta con escasos recursos. También en el Diario de Mallorca la estiman. Al menos, el redactor que la entrevistó en la ya famosa visita, y que la describía así: "Antes cocinera que fraila, dijo Carmen Calvo en su primera visita a la isla. Conoce al dedillo el entramado cultural del suelo que pisa. Muestra similar ´talante´ al del equipo del Gobierno que lidera José Luis Rodríguez Zapatero: el diálogo. En las distancias cortas es seria y rigurosa en sus planteamientos. Se conoce el discurso". No sé si sabe de qué habla, pero no me cabe duda de que sabe lo que hace.

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