A la "M"

Dice Juan Campmany --el publicista del PSOE- que confirmó el éxito y la efectividad del slogan ZP cuando al día siguiente del lanzamiento los dirigentes del Partido Popular lo descalificaron con su habitual crudeza. El enemigo picó y dio alas a la popularización del mensaje, que es de lo que se trata en estos casos. Algo similar puede decirse de la campaña de Telefónica Móviles para relanzar Movistar, la empalagosa y constante "M" que nos persigue desde hace semanas. Sus 75 millones de euros de inversión para llegar a 350 millones de personas de España y 12 países de América Latina han calado, a pesar de ironías y desplantes, de descalificaciones y denuncias.
Su relevancia y penetración las reflejan este fotomontaje utilizado por grupos opositores ecuatorianos en sus movilizaciones, no menos exitosas, contra el ex presidente, Lucio Gutiérrez, ya expulsado del país y acogido en Brasil. De esta guisa aparece en la web de la Confederación de los Pueblos de Nacionalidad Kichua del Ecuador.
Los responsables de la campaña publictaria se preguntan por el punto de saturación. A mi me cansa tanta "M". Pero a la empresa le va bien. El presidente de Telefónica Móviles, Antonio Viana-Baptista, ha anunciado a su Junta de Accionistas, que la multinacional venderá este año más de 40 millones de terminales en todo el mundo, lo que supone el 6 por ciento del mercado mundial. La prioridad es Hispanoamérica, con 6.000 millones de euros de inversiones en cuatro años, por 1.700 en España. La vieja compañía de teléfonos vuelve a despegar después del caos de Villalonga y sus descabelladas e interesadas inversiones en medios de comunicación -ahora replegadas- para colocarse en el primer plano de la globalización hispana de la mano de una "M".