México no tan lindo
No resucitará Pancho Villa ni volverá la Revolución. Pero el despido de la prestigiosa periodista Carmen Arístegui ha movilizado a numerosos sectores profesionales y sociales en México.
Arístegui, Premio Ondas Iberoaméricano de Radio, que otorga la Cadena Ser, y Premio Nacional de Periodismo, concedido por el Club de Periodistas de México, era conductora del programa "Hoy por hoy", de W Radio México, la emisora de Televisa, propiedad del grupo Prisa español. Lo era hasta principios de enero. La Gabilondo de aquel país fue despedida porque "el modelo editorial que ejerce la comunicadora es incompatible con el modelo del noticiero, el modelo de dirección editorial que la propia empresa ha determinado".
El periódico La Jornada relataba algunas de las vicisitudes de la comunicadora frente al poder del presidente de México, el conservador Felipe Calderón: "Durante la campaña electoral de 2006, sólo esta conductora dio espacio en medios electrónicos al papel que jugó el cuñado de Felipe Calderón, Hildebrando Zavala, en la manipulación del padrón de electores. Apenas asumida la Presidencia por el panista Felipe Calderón, su otro cuñado y cercano amigo Juan Ignacio Zavala fue nombrado representante de los intereses del consorcio multimedios hispano Prisa (...) En años recientes, Aristegui llevó al noticiario matutino Hoy por hoy a sus más altos niveles de audiencia (...) En su espacio se ventilaron con amplitud las dudas en torno a los resultados de las elecciones de 2006 y la resolución del tribunal electoral".El Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS) difundió un duro comunicado en el que indicaba que "con la salida del análisis y la opinión de Carmen Aristegui, voz crítica y comprometida con los derechos humanos en el país, la libertad de expresión, requisito indispensable para la existencia misma de una sociedad democrática, recibe un nuevo golpe ya que acalla a sectores que no tienen voz y que no tienen acceso, por los grandes costos que imponen las empresas privadas, para colocar su opinión, demandas y propios puntos de vista en los medios electrónicos".
El CENCOS lamenta la decisión de estas empresas privadas de comunicación e información “al haber cerrado el micrófono a tan reconocida y preciada periodista y con ello acallar la voz de los sectores más desprotegidos. La libertad de expresión no es monopolio de los medios de comunicación; las concesiones que otorga el Estado mexicano a los operadores privados tienen la obligación de garantizar los derechos de todas y todos.”Asimismo, considera que los operadores privados, como Televisa y Grupo Prisa no deben restringir los derechos públicos y garantías de la ciudadanía como el derecho a la libertad de expresión. “Sin pluralidad y diversidad comunicativa no hay condiciones garantes en la democracia.”
Para hoy mismo han convocado un mitin por la Libertad de Expresión en la explanada del Centro Cultural José Martí, de México.
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