Tom Martín Benítez, conductor del programa matinal
"La hora de Andalucía", de Canal Sur Radio, se ha visto envuelto en uno de esos incidentes en los que las versiones de dos personas sobre un mismo hecho son tan dispares que es imposible dilucidar quien miente. El caso es que un vigilante de la seguridad privada de la RTVA, Fernando Fernández Rodríguez,
ha denunciado al periodista por "acoso sindical" ante la Consejería de Empleo del Gobierno andaluz. Le responsabiliza de su traslado de centro de trabajo cuatro días después de un altercado entre ambos.
Según el guardia jurado, el incidente se produjo el pasado día 9 de mayo a primera hora de la mañana, cuando Martín Benítez
(en la foto) le dijo al encontrarlo en su puesto de trabajo habitual:
"Pero hombre, ¿qué haces escuchando la Cope? Si ese hombre es un terrorista y un criminal" (en supuesta referencia a Jiménez Losantos). Añade Fernández Rodríguez:
"Le dije que lo que no iba a hacer era estar escuchando las tonterías que él suelta todos los días, y no debió de sentarle muy bien porque, cuando terminó su programa, estuvo diciéndome de nuevo que cómo se me ocurría escuchar la Cope, que Jiménez Losantos era un santo criminal y un terrorista. Yo me calenté y le dije que terrorismo es lo que está metiendo Zapatero en el Gobierno con ETA, y en ésas llegó Carlos Rosado [secretario general de RTVA] que lo escuchó todo".Es la versión publicada por
El Mundo Andalucía y reproducida por las publicaciones digitales de la derecha con agrios comentarios sobre el curriculum
filosocialista de Martín Benítez. El periodista ha remitido una carta al director, difundida también por la agencia Efe, bajo el título "Qué atropello, qué disparate", en la que lo niega todo, asegura que estudia "la posibilidad de iniciar acciones legales" y lamenta que el periódico no le haya pedido opinión. También dice que "es una barbaridad absoluta y una mentira indigna" poner en su boca "calificativos tan graves hacia un compañero de trabajo como Federico Jiménez Losantos". "Irreal, malintencionado y rocambolesco" son otros adjetivos dedicados por Tom al caso. Los directivos de Black Star, la empresa de seguridad, asegura que el vigilante no comunicó el presunto altercado ni lo reflejó en el parte de incidencias.
Pero la bola ya gira. El Partido Popular ha aprovechado la comparecencia parlamentaria de ayer el director general de la RTVA, Rafael Camacho, para interesarse por lo ocurrido. El máximo jefe de Canal Sur ha apelado a la respuesta de Martín Benítez, pero el diputado popular, José Luis Sanz, ha atacado con dureza contra el que ha calificado de "periodista mejor pagado" de Canal Sur, que "ha coaccionado y amenazado a un empleado por no escuchar su programa". "Sabíamos que es un vocero del régimen, un sectario y un desahogado, pero no sabíamos que era un inquisidor".
La bola. No importa a quien se lleve por delante; las consecuencias. Sin excesivo respeto a los hechos. Sin ningún respeto a las personas. Sin que haya instancia que dilucide algo tan simple como olvidado, la verdad de la mentira. Sólo hay espacio para la caza. Da igual: de brujas, de periodistas o de vigilantes. Quizá es que Martín Benítez ha dado con un guarda muy suspicaz. O que al periodista se le fue la broma, perdón, la boca de las manos. O. Cero patatero.