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SOLLOÍNA

Cursi(va)

Hoy es el día de los enamorados. Una debilidad, permitídmelo.
Ya sé, se trata de un invento de los grandes almacenes; el amor se expresa y comparte cada día, etcétera. Quizá por eso sólo lo encontraremos en las páginas de publicidad, como venta. En los programas de cotilleo donde la basura se edulcora con pasiones oscuras. Lo peor es que son los comerciantes de una u otra laya los que vienen a recordárnoslo, desde su manoseo mercantil.
Pero si convenimos en que el periodismo es el relato de hechos inéditos, es difícil explicarse que este día no figure en la portada de los grandes diarios, que no aparezca en la apertura de los noticiarios como un elemento extraño y atrayente. Ah, el amor, tan fuera del mundo. Porque ya Gomis nos dice que noticia es también, y sobre todo, aquello que se comenta. Y nada como el amor se comenta tanto en esta jornada teñida de lunes, y de flores y de deseos, a veces próximos, a veces imposibles.
Así que rindamos un modesto homenaje a aquel/la que tiembla esta mañana en el patio del instituto a la espera de una rosa; que espera en el trabajo o en la casa un perfume o un libro o una canción, como una esperanza. Que no se fugen los soles sin el robo de una mirada, que la ausencia no sea carcoma sino memoria deseada, que pueda ser posible, a pesar de todo.
Para ellos y ellas esta copla hermosa.

Más que nadie

(Luis Cernuda - Joan Manuel Serrat)


Que te quiero más que a nadie y más que a nada,
te lo he dicho con mis ojos centinelas,
te lo he dicho con mis manos que te celan,
te lo he dicho con mi lengua enamorada.

Que te quiero más que a cualquier otra cosa
te lo he dicho con el sol y los cometas,
te lo he dicho con el viento y la veleta,
te lo he dicho con el agua luminosa.

Que te quiero, te quiero, mujer.
Que te quiero y no hay nada que hacer.

Que te quiero sobre todas las mujeres,
te lo he dicho con el pan de cada día,
te lo he dicho con el miedo y la alegría,
con el tedio que nos mata y que nos muere.

Que te quiero como nunca te han querido,
te lo he dicho recreándome en la suerte,
más allá de la vida con la muerte,
más allá del amor con el olvido.

Que te quiero, te quiero, mujer.
Que te quiero y no hay nada que hacer.

Mas que a nadie y más que a nada.

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