Las dudas de OT
El aterrizaje de Operación Triunfo en Tele 5 despertó numerosos recelos desde que los programadores anunciaran que las cámaras entrarían en la zona privada de los concursantes para dar luego marcha atrás. El inicio del espacio demostró que los responsables del casting habían sido incapaces de encontrar cantantes de cierto nivel. Un share titubeante al comienzo hizo temer lo peor. No fue necesario. La nueva edición de OT, que concluye esta noche en una final en la que compiten Sergio, Víctor y Soraya, despegó al fin con el único recurso de las galas, el gracejo del presentador Jesús Vázquez y alguna disputa aislada entre los concursantes hasta obtener 4.723.000 espectadores y una cuota media de pantalla del 37,1%.
Mientras, los muy peculiares colaboradores de los muy diversos programas rosa de Telecinco entraban en una muy curiosa campaña a favor y en contra de según qué concursantes; tampoco los miembros del no menos peculiar jurado y algunos profesores se sustrajeron a la tentación. Parecían actitudes individuales, reacciones particulares relacionadas con la simpatía, la procedencia o las cualidades de los jóvenes cantores. Pero el devenir de la televisión en España nos enseña que no hay margen para la casualidad o el gesto solitario. Todo está medido. Y en OT ha dado a menudo la impresión de que han actuado (¿programadores, productora, cadena?... A saber) con excesiva premeditación y alevosía. En plata: Que han expulsado a quien han querido cuando les ha convenido. El público asistente a algunas galas gritaba "tongo". No tendré el mismo desparpajo, sólo mantendré las dudas.
Llamativas han sido también las campañas de las familias y clubes de fan en apoyo de los chicos, la mayoría de las veces respaldadas además por organismos oficiales que han destinado fondos públicos a menesteres tan vacuos. Hasta el muy progresista Ayuntamiento de Córdoba, gobernado por Izquierda Unida, instaló líneas telefónicas gratuitas para facilitar el voto en beneficio de una de las concursantes vecina de la ciudad. Pero nada comparado con lo ocurrido en Tenerife, que se ha volcado en pos de su candidata Idaira (en la foto).
El caso de esta chica, expulsada en la gala previa a la final del jueves pasado, puede simbolizar el desarrollo de esta OT. Maltratada por el jurado de las galas, minusvalorada por los profesores, ha tenido un constante apoyo del público gracias a la movilización de las islas, que han sentido como agresiones el trato dispensado a su cantante. La polémica llegó a la política canaria, con la airada queja de los políticos locales, y ha terminado sobre la mesa de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones, donde ha remitido una queja la Asociación de Usuarios de la Comunicación (AUC). Quiere que investigue presuntas irregularidades en las votaciones telefónicas (llamada y sms) que decidieron la expulsión de Idaira. La AUC recuerda que la directiva europea de Televisión sin Fronteras prohíbe los contenidos engañosos en acciones comerciales o promocionales. Tele 5 reacciona y ha pedido a la productora del programa, Gestmusic, un informe exhaustivo por escrito sobre el sistema de funcionamiento de este sistema de votos controlado ante notario. Ya saben, el binomio audiencia/beneficios requiere a veces el lubricante de la polémica.
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