Zemos, fiesta audiovisual

Bajo el lema "Más allá de la televisión" esta tarde ha comenzado en el Monasterio de San Clemente, de Sevilla, Zemos 98, el festival audiovisual que, en su octava edición, presenta 650 videos de corta duración de 42 países, y que se extiende a varios escenarios de la ciudad. La apertura ha correspondido a la exposición Reclaim The Spectrum, que ha coordinado José Luis de Vicente, de Elástico.  Una de las citas más esperadas es el espectáculo multimedia del galés Peter Greenaway, que presentará en el Teatro Lope de Vega Tulse Luper VJ Perfomance, [en la foto], basado en su proyecto interdisciplinar Las maletas de Tulse Luper.

Seminarios, experimentación sonora, videoclip, animación, live cinema... Músicos, artistas, cineastas... Propuestas y lenguajes para reflexionar sobre los medios de comunicación en general, y sobre la televisión en particular. Rubén Díaz y Pedro Jiménez, los coordinadores de Zemos 98, aún sorprendidos por la consolidación del festival, sitúan el debate: "Una televisión diferente, porque sigue siendo posible cambiarla. Siempre hemos tenido en cuenta la conjunción de internet y los medios audiovisuales. Hay que tratar de apoderarse del espacio radioléctrico, que es de los ciudadanos. El hecho televisivo debe ser un servicio público, y eso excluye que su manipulación por parte del poder público o por el lobby económico de turno. A partir de ahí, aspiramos a una televisión crítica y participativa, realmente democrática. En la historia de los medios de comunicación, todos se han ido enfrentado entre ellos a través de la industria cada vez que ha aparecido una nueva herramienta tecnológica, que en este caso es internet. Intentar enfrentar a la televisión y a internet no es coherente".

Zemos 98 disfruta de sede permanente, el Monasterio, que acogerá el futuro Centro de Arte de Sevilla. Tiene el respaldo de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) y de la Fundación de las Tres Culturas. La alfombra roja de la alternativa vanguardista audiovisual ilumina el acceso. Y todo es gratis. Hasta la presurosa primavera sevillana.