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SOLLOÍNA

Maldita gracia

Regreso ocasionalmente al blog para utilizarlo como menos me gusta: como muro de las lamentaciones. Pero estoy indignado con la bromita -otra- del director general de RTVE, Luis Fernández, que ha colgado en Youtube un gracioso video sobre la reestructuración del Ente. Pasen y vean. Éstos son los directivos de la empresa en la que trato de ganarme la vida.

Por una vez, CCOO sitúa la guasa en sus justos términos:"Nos reiríamos del vídeo del Presidente and Company si no fuera porque estamos en el 15% de audiencia, los prejubilables sin irse a su casa, los contratados doblando jornadas y cobrando un salario inferior al que les corresponde, el malestar de informativos y la producción en manos externas. A lo mejor, por eso se ríen. Porque han conseguido mucho espectáculo y ningún objetivo".

Están echando a compañeros de 50 años y contratando a colegas de más de 50 años. Más, están contratando como siempre, sin ton ni son, y sin valorar primero a la gente de dentro (¿No hay nadie que pueda montar la web de informativos de RTVE, que hay que buscar fuera?); están preparando unas oposiciones que a ver; han avanzado una programación -y unos nombramientos- de RNE que da grima; TVE sigue cuesta abajo... Lo explicaba el prejubilable y deportivo Pedro Barthe: Han jugado a perder el partido". Y a fe que lo han conseguido.

1 comentario

Manuel R. Macarro -

La convocatoria para las oposiciones de RTVE han sido una verdadera y fraudulenta 'toma de pelo'. En la esperanza del cuasi-recién licenciado(licenciado en las fechas de exámenes de las oposiciones)de hacerse un periodista de provecho en las entrañas de la inmóvil y férrea estructura de nuestro querido ente público, decidí inscribirme en la oferta de RTVE. En el anuncio de oposiciones de la página web prometían unas Oposiciones cuyos temarios serían ofrecidos de tal manera que el opositor tuviera un margen correcto, adecuado y perfecto entre el anuncio de aquellos y la prueba. Nada más lejos de la realidad; un mes fue eses precioso y perfecto margen de estudio, que para un estudiante que acaba sus últimos exámenes de la carrera a principios de julio, se convierte en una auténtica afrenta difícil de solucionar.
20 Euros he perdido, pero he perdido algo más, las esperanzas de que el Estado funcione como una estructura plural y que muestre evidencias de transparencia pública y deseche el amiguismo...