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SOLLOÍNA

Bautismo

Mi Adolescente acudió el pasado día 22 a su primera manifestación. El Sindicato de Estudiantes movilizó al alumnado para rechazar la declaración de Bolonia, en la que los países europeos adoptaron su estrategia para avanzar en un espacio educativo único, y advertir del endurecimiento de la Selectividad y de la privatización de la enseñanza. También pedía que los capitalistas paguen la crisis económica la paguen los capitalistas, pero intuyo que con menos éxito aún.

Mi Adolescente, por ejemplo. Camino de la concentración, en la Plaza Nueva de Sevilla, compró para desayunar un chocolate con nata en Starbucks. Para hacer tiempo hasta las 12 se dio una vuelta por Zara con otros manifestantes. Tras la marcha, y a la espera del autobús, almorzaron en McDonalds.

Y es que estos jóvenes no quieren cambiar el mundo. Quieren disfrutarlo.

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