La batalla de "España Directo"
La emisión de este programa de TVE, encargado a la productora Mediapro, se ha convertido en un símbolo de la lucha sin cuartel que se libra en los pasillos de la cadena pública. Siempre con la excusa de garantizar su porvenir, nunca con medidas que de verdad la hagan perdurar. Un reducido grupo de trabajadores sigue golpeando las puertas del estudio donde se realiza el espacio cada día, mientras los sindicatos UGT y APLI llaman al boicot toral. Comisiones Obreras acusa a los ugetistas de radicales y de conducir a los empleados a la derrota con su actitud maximalista y su alineamiento con la derecha sindical y política.
Son las dos posiciones que se disputan el control y un puñado de cargos. Comisiones Obreras se ha convertido en el paraguas de la actual dirección tras su reconocida victoria judicial sobre Urdaci y el PP. UGT, el sindicato hermano del socialismo, ha elegido la trinchera y en el caso de Mediapro no duda en responsabilizar a Manuel Pérez Estremera, director de TVE de reciente nombramiento y prestigioso profesional progresista, de privatizar un programa informativo.
El último cruce de hojas sindicales, que abarrotan la Santa Casa Mediática, es un lujo, sintaxis al margen. UGT titula, bajo la foto de Pérez Estremera que reproduzco, la oficial de la página de RTVE, "Con él vino Mediapro", y acusa a Comisiones Obreras: "Después de 27 años de radicalismo estéril y frustrante se han ido directamente al otro extremo del péndulo y ahora son los más serviles y sumisos cómplices del poder". Luego minusvalora las negociaciones de esta central con la empresa y denuncia la política laboral de la productora adjudicataria de "España Directo": "Su filosofía empresarial es clara, todo lo que se oponga al negocio no sirve".
La nota de Comisiones Obreras también arranca con fuerza: "UGT está conduciendo a una movilización en la que predomina el sabotaje frente a la movilización y en la que no quiere ninguna negociación". Dice que la posición ugetistas no cuenta con el apoyo de los trabajadores en Madrid y "nos ha conducido a un punto en el que, por primera vez, la opinión pública se sitúa contra nuestra tradicional lucha contra el negocio y el saqueo de las productoras en TVE". CCOO acusa al PP de ser el partido que laminó la producción propia y el empleo, y presume de distinguir "en el seno del Gobierno y de la Dirección quien quiere un futuro para el servicio público y quien sólo quiere que esto se reduzca de tamaño y de personal junto a los que se preparan para hacer el negocio en una RTVE bonsai". El principal enemigo, claro, el ministro de Economía, Pedro SOLBES, (así escrito). Y concluye pidiendo a UGT que cambie su estrategia "de cuanto mejor peor" y sus aliados "en la derecha sindical y política" y "pelear porque los ectores del Gobierno que impongan una solución en RTVE no sean los ultraliberales que se dan la mano con los ultraliberales del PP".
Algo huele raro en todo ésto cuando hasta el muy liberal González Urbaneja, ex sabio crítico y presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, da la razón a los sindicatos desde la Estrella Digital:
"El caso España Directo es un paso adelante hacia el vacío de esa RTVE de siempre, capaz de capturar a todos los gobiernos, encerrada en su propia burbuja, que confía en que llegará la manguera oficial con dinero fresco y recurrente como para mantener la ficción de que se trata de un servicio público esencial que sostiene la democracia y al Gobierno de turno si es razonablemente generoso.
Los sindicatos están sobrados de razón en este caso, y podrían aprovechar el impulso para ofrecer a la dirección sistemas de trabajo más flexibles, para acreditar que es posible una RTVE respetada y que se respete a sí misma".
Y mientras, Mediapro factura.
Son las dos posiciones que se disputan el control y un puñado de cargos. Comisiones Obreras se ha convertido en el paraguas de la actual dirección tras su reconocida victoria judicial sobre Urdaci y el PP. UGT, el sindicato hermano del socialismo, ha elegido la trinchera y en el caso de Mediapro no duda en responsabilizar a Manuel Pérez Estremera, director de TVE de reciente nombramiento y prestigioso profesional progresista, de privatizar un programa informativo.
El último cruce de hojas sindicales, que abarrotan la Santa Casa Mediática, es un lujo, sintaxis al margen. UGT titula, bajo la foto de Pérez Estremera que reproduzco, la oficial de la página de RTVE, "Con él vino Mediapro", y acusa a Comisiones Obreras: "Después de 27 años de radicalismo estéril y frustrante se han ido directamente al otro extremo del péndulo y ahora son los más serviles y sumisos cómplices del poder". Luego minusvalora las negociaciones de esta central con la empresa y denuncia la política laboral de la productora adjudicataria de "España Directo": "Su filosofía empresarial es clara, todo lo que se oponga al negocio no sirve".
La nota de Comisiones Obreras también arranca con fuerza: "UGT está conduciendo a una movilización en la que predomina el sabotaje frente a la movilización y en la que no quiere ninguna negociación". Dice que la posición ugetistas no cuenta con el apoyo de los trabajadores en Madrid y "nos ha conducido a un punto en el que, por primera vez, la opinión pública se sitúa contra nuestra tradicional lucha contra el negocio y el saqueo de las productoras en TVE". CCOO acusa al PP de ser el partido que laminó la producción propia y el empleo, y presume de distinguir "en el seno del Gobierno y de la Dirección quien quiere un futuro para el servicio público y quien sólo quiere que esto se reduzca de tamaño y de personal junto a los que se preparan para hacer el negocio en una RTVE bonsai". El principal enemigo, claro, el ministro de Economía, Pedro SOLBES, (así escrito). Y concluye pidiendo a UGT que cambie su estrategia "de cuanto mejor peor" y sus aliados "en la derecha sindical y política" y "pelear porque los ectores del Gobierno que impongan una solución en RTVE no sean los ultraliberales que se dan la mano con los ultraliberales del PP".
Algo huele raro en todo ésto cuando hasta el muy liberal González Urbaneja, ex sabio crítico y presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, da la razón a los sindicatos desde la Estrella Digital:
"El caso España Directo es un paso adelante hacia el vacío de esa RTVE de siempre, capaz de capturar a todos los gobiernos, encerrada en su propia burbuja, que confía en que llegará la manguera oficial con dinero fresco y recurrente como para mantener la ficción de que se trata de un servicio público esencial que sostiene la democracia y al Gobierno de turno si es razonablemente generoso.
Los sindicatos están sobrados de razón en este caso, y podrían aprovechar el impulso para ofrecer a la dirección sistemas de trabajo más flexibles, para acreditar que es posible una RTVE respetada y que se respete a sí misma".
Y mientras, Mediapro factura.
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