La entrevista

Hay quien esperaba que ETA anunciara día y hora para entregar las armas y proclamar su arrepentimiento. Nada de eso hay en la entrevista publicada por Gara. Ni lo habrá. Como no lo ha habido en ningún proceso de este tipo en que una banda terrorista busca una salida honrosa para abandonar la delincuencia.

La gente decente sabemos que jamás puede haber honra en matar y extorsionar, por mucha cursiva que yo mismo quiera extender. Por eso somos escépticos ante el futuro de la situación. pero también deseamos la paz y queremos que no se le cierre ninguna posibilidad. Si es posible.

Y a cambio, también sabemos, con todo el dolor, que habrá que ceder sobre los presos y quizá hacer algún gesto sobre el autogobierno, aunque en este espacio cada vez queda menos margen, como ha demostrado el nuevo estatuto de Cataluña. Ese es el campo de juego. Fiarlo todo a que los etarras pidan perdón y reconozcan lo absurdo y criminal de sus posiciones durante todos estos años es una falacia que, en estos momentos, no contribuye a facilitar el camino a los sectores que más abogan por el alto el fuego en ese entramado de intereses personales, dudosos futuros y ambiciones políticas. Se cocerán en su jugo, pero habrá que darles tiempo.