"La Azotea" se hunde

Las expectativas: "Resistan... llega Wyoming", titulaba Javier Pérez de Albéniz en su blog El descodificador, el 14 de noviembre de 2004. Y añadía: "Huérfanos de talento televisivo, expósitos de ironía y de sentido del humor inteligente, los espectadores somos incluseros abandonados a nuestra suerte por los desaprensivos que manejan las televisiones... Necesitamos a Wyoming. Aguanten un poco. Abran un libro, salgan a cenar o utilicen el DVD, pero no lancen aún el televisor por la ventana. Es cuestión de días: la última semana de noviembre, o tal vez los primeros días de diciembre, comenzará 'La azotea de Wyoming', el nuevo programa de uno de los pocos cerebros españoles con neuronas vivas que se dedica a la televisión".
Los resultados: TVE retira 'La azotea de Wyoming' porque no ha logrado 'los índices de audiencia esperados', después de nueve programas.
Siempre hay un muro para el lamento si de Wyoming se trata. Hay que tener un respeto a quien nos ha ofrecido algunas de las mejores horas de televisión en un medio que da la razón demasiado a menudo a Arcadi Espada cuando afirma que sólo es electricidad. Pero esta vez ha patinado. Su "Caiga quien caiga" era una propuesta nueva, transgesora, cañera, provocadora en medio de la monotonía atosigante del PP. En "La Azotea" ha jugado a la complacencia con los colegas rojetes y a golpes humorísticos facilones sobre esta derecha sin par, bajo el gong del Reverendo. En el humor no funciona el buen rollito. El humor, en España, tiene mucho de mala leche. La que Wyoming ha destilado otras veces. La que hemos echado en falta.
Esperaremos el regreso.