El veneno de la serpiente

Aralar es un partido de la izquierda vasca liderado por el histórico dirigente Patxi Zabaleta, (en la foto, de Mangallous) que en 2001 abandonó Batasuna y condenó el terrorismo de ETA. Desde entonces ha crecido en apoyos, ha defendido la democracia y se ha alejado de los violentos. No se lo han perdonado.
Con la campaña electoral vasca en marcha, Aralar denuncia el ataque a sus sedes en los últimos días y señala a ETA como "autora intelectual" y a los "sectores más reaccionarios del entorno de Batasuna" como ejecutores.
Esos sectores son los desconocidos a los que suelen referirse las notas de prensa que cuentan los ataques de violencia callejera en el País Vasco. Pero como informa hoy Pablo Ordaz, en El País, "en este caso, no es del todo así. Patxi Zabaleta sonríe. Dice aquello de que aquí nos conocemos todos", y relata cómo militantes de su partido han atrapado en alguna ocasión a los agresores encapuchados y... eran viejos conocidos. Pero, "por el momento no denunciará los ataques ante la policía". Tampoco parece que lo vaya a hacer "el señor mayor" que, a decir del periodista, inquiere a Zabaleta sobre el riesgo que corre el edificio en que vive en San Sebastián y donde Aralar tiene previsto abrir una sede.
Quizá ambos deberían pensar un instante en que si ellos no acuden a la policía es probable que más temprano que tarde la policía acuda a ellos. Y entonces puede ser demasiado tarde. Como tantas otras veces.

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