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SOLLOÍNA

15 Escritores (II)

Sobre los 15, que eran más, y tras la ducha dominical, recordé a Félix Grande, que hoy todavía, a veces, me consuela, y la ausencia de la poesía última: Benítez Reyes, Carlos Marzal. Predominan con mucho los autores en español: siempre desconfié de las traducciones, y aún así hubiera incluido con gusto a Faulkner, inspirador de varios de los presentes en el listado. Lamento una vez más la ausencia de los clásicos, una laguna imperdonable que nunca he sabido -ni querido, a qué engañarme ya- completar. Entre los periodistas, junto a Espadas, podría haber citado al Vicent de la transición o al ahora cuestionado Kapuscinski. Con Pinker abro la puerta a esos investigadores, científicos, historiadores y pensadores norteamericanos y británicos especialistas en el ensayo, que aúnan como nadie divulgación y buena escritura (Dawkins, Feynman, Beevor) y que tanto me interesan en los últimos años.

 

Aunque todos son escritores incrustados en algún momento de mi vida, he recordado a aquel maestro de Literatura que odiaba "Tiempos de silencio" y nos la tatuó en la memoria como la gran novela rupturista de la posguerra que es. O lo que lo es lo mismo: el gusto acompaña, divierte o alivia, pero no siempre descubre ni enseña ni forma. Por hacerme perdonar la falla, recurriré al clásico aristotélico de que en el medio está la virtud. Aunque vale con que la lectura sea siempre una fiesta. Sigamos con la juerga.

 

15 Escritores

 

Un juego de Facebook, que me llegó a través de Ana de Haro. 

Reglas: No puede llevarte mucho tiempo pensarlo. 15 autores (poetas inclusive) que te hayan influenciado, cuyas historias siempre te acompañen. Crea una NOTA de Facebook con los 15 escritores que puedas recordar en no más de 15 minutos, y etiqueta a unos cuantos amigos (incluyéndome a mi), para que conozcamos los resultados de los demás.

 

1 Antonio Machado

 

2 Generación del 27 (Lorca, Cernuda)

3 Generación del 50 (Caballero Bonald, Gil de Biedma)

4 George Orwell

5 El boom latinoamericano (Onetti, Cortazar, García Márquez, Vargas Llosa)

 

6 Juan Benet

7 Javier Marías

8 Steven Pinker

9 Josep Pla

10 Antonio Muñoz Molina

 

11 Miguel Hernández

12 Chaves Nogales 

13 Arcadi Espada

14 Sánchez Ferlosio

15 Vicente Verdú

(Reconozco tres trampas: que llevo un par de días pensándolo -desde que leí la nota de Ana de Haro-, que he agrupado escritores por generaciones y que lo he hecho con mi biblioteca delante. Ah, no están por orden de influencia ni afecto personal).

 

 

 

Cortázar escribe

Lo último del autor de Rayuela, Cartas a los Jonquières, y ese capítulo que nos regala El País, en el que se lee: "Lo que me ocurre es que me siento ajeno al carácter español, a esa falta evidente de flexibilidad mental y moral, a ...lo poco europeos que son, a su rápida jactancia -que le hemos heredado..."

Lo que sigue habla de mujeres, y no estoy de acuerdo: "... y hasta me molesta físicamente la grosería y la falta de gracia de sus mujeres (¡Qué manera idiota de embadurnarse la cara!)". Igual las trato poco. ¡Si se refiriera al carácter!

Remember

Maldita paradoja premonitoria. Leer "Lo que me queda por vivir", de Elvira Lindo, en una habitación de hospital, al ritmo insobornable de la gota de suero que cae para mantener la vida mientras recuerdo que yo estuve en aquel Madrid de 1980; que también tenía "una pequeña Olivetti" para construir los sueños; que, en efecto, "nunca y siempre" parecían tatuadas hasta disolverse en el paladar; que todavía te dices: "Ah, las personas siempre tan fieles a los que esperamos de ellas"; que, al fin, vas olvidando "la otra vida posible a la que renunciamos siempre que tomamos un camino".

(Y aún no he llegado a la mitad del libro; la vida es más corta).

El segundo órgano

"Si la conciencia no se hubiera desarrollado en el decurso de la evolución y no se hubiese expandido hasta alcanzar su versión humana, la humanidad, tal como ahora la conocemos, en toda su fragilidad y vigor, tampoco habría evolucionado. Uno se estremece de sólo pensar que el simple hecho de no haber pasado por un simple recodo en nuestro camino podría haber supuesto la pérdida de las alternativas biológicas que nos hacen ser propiamente humanos. Pero entonces, ¿cómo nos hubiéramos dado cuenta de que faltaba algo?"

Esta cita corresponde al libro "Y el cerebro creó al hombre", del neurólogo Antonio Dalmasio. Es una de las novedades que han llegado estos días a las librerías coincidiendo con la Semana del Cerebro, ese instrumento al que Woody Allen llamó "mi segundo órgano preferido". En los últimos años, investigadores norteamericanos se han afanado en divulgar las claves de su desarrollo y su relevancia para el ser humano con el habitual rigor, amenidad y notable escritura que tantas veces echamos de menos en los ensayistas españoles.

Ya hace unos meses, la editorial Paidós publicó "El cerebro accidental", de David Linden. Este neurocientífico norteamericano rompe la creencia popular de que el cerebro es una obra perfecta: "Nada más alejado de la verdad", nos dice: "Es un diseño ineficiente, falto de elegancia e incomprensible, que, sin embargo, funciona". Eso sí, su evolución ha dado lugar a aquellas cualidades, como los sentimientos, que más profundamente dan forma a la experiencia humana.

 

También Paidós publica estos días "¿Qué nos hace humanos", de Michael S. Gazzaniga, otro neurocientífico, director del Centro para el estudio de la mente de la Universidad de California. Como anuncia el subtìtulo, se trata de una explicación científica de nuestra singularidad como especie, que, además, cuenta con el respaldo de otros de los popes de la materia, Steven Pinker.

En casi quinientas páginas muy amenas, Gazzaniga nos ayuda a comprender la condición humana a partir del estudio de la naturaleza biológica, psicológica y altamente social de nuestra especie. Así nos acerca al significado del miedo, las relaciones sociales, el cotilleo, la cultura o el trasfondo del ligoteo. O mejor, relata que actos tan simples como reconocer una cara o recordar un cumpleaños suponen un salto enorme en la evolución humana que realizamos gracias a las conexiones cerebrales.

El autor duda de que tengamos capacidad cerebral para asimilar toda la información que estamos acumulando, pero valora nuestra capacidad para pensar que podemos ser mejores.

Y la tercera pata es el citado "Y el cerebro creó al hombre", publicado por Destino en España un mes antes de la edición norteamericana. Su autor Antonio Dalmasio recibió el Premio Príncipe de Asturias de Ciencia y Tecnología de 2005, y estos días ha sido homenajeado en Barcelona. Dalmasio esclarece en este libro el proceso por el cual el cerebro creó el yo consciente y la mente humana.

Cerramos con otra de sus citas: "Sin la subjetividad, la creatividad no habría florecido y no tendríamos canciones ni pintura ni literatura. El amor nunca sería amos, sólo sexo. La amistad habría quedado en mera conveniencia cooperativa. El dolor nunca se habría convertido en sufrimiento (...) no existiría el conocimiento ni tampoco nadie que se fijara en las cosas y dejara constancia de ellas; es decir, no habría cultura ni historia de lo que las criaturas hicieron a lo largo de las épocas".

 

Para dejar constancia de todo ello destacamos hoy estos tres libros.

(Reseña que se emitirá en Historias de Papel, de RNE Andalucía, cuando Manuel Pedraz, su galardonado director, tenga a bien).

El gobierno invisible

El gobierno invisible

“La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen un gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de lass que nunca hemos oído hablar. Ello es el resultado lógico de cómo se organiza nuestra sociedad democrática. Grandes cantidades de seres humanos deben cooperar de esta suerte si es que quieren convivir en una sociedad funcional sin sobresaltos. (...) Constituye un hecho indiscutible que casi todos los actos de nuestras vidas cotidianas, ya sea en la esfera de la política o los negocios, en nuestra conducta social o en nuestro pensamiento ético, se ven dominados por un número relativamente exiguo de personas (...) que comprende los procesos mentales y los patrones sociales de las masas. Son ellos quienes manejan los hilos que controlan el pensamiento público, domeñan las viejas fuerzas sociales y descubren nuevas maneras de embridar y guiar el mundo".

Así comienza Propaganda, de Edward Bernays. "Es el manual de la industria de las relaciones públicas", como lo definió Chomsky, que ahora reedita Melusina. Bernays lo publicó en 1928 tras hacerse famoso en el ámbito publicitario al utilizar a modelos y estrellas de cine de la época en masivas campañas de Chesterfield hasta conseguir que las mujeres norteamericanas empezaran a fumar. Lo recordé ayer cuando vi la viñeta de El Roto en El País.

Los Malayos

Los Malayos

El lunes 27 comenzó en Málaga el juicio del caso Malaya. Casi un centenar de personas se sientan en el banquillo de los acusados para responder del presunto saqueo del Ayuntamiento de Marbella durante unos quince años, la etapa en la que Jesús Gil y sus secuaces gobernaron el principal municipio de la Costa del Sol. Allí vivía uno de los grandes periodistas españoles de las últimas décadas, dolorosamente desaparecido el 16 de abril de 2006, a los 54 años.

Félix Bayón iluminó el mejor El País desde distintos puestos y mientras el corazón le aguantó. Trató de controlar las pulsaciones enfermizas de esta profesión a través de artículos sublimes en los que, entre otros asuntos, advertía, lamentaba y/o denunciaba la deriva del socialismo andaluz y sus Gobiernos. Esta actitud crítica y moral, enarbolada desde los principios más básicos de la izquierda democrática, le alejó de la línea editorial de Prisa y sus medios. Mantuvo la bandera alzada en una columna de los diarios del Grupo Joly. En uno y otro periódico alertó siempre de los desmanes urbanísticos que se estaban cometiendo en Marbella, escenario de su última novela, Un mal golpe, puro género negro, cuya publicación coincidió con el inicio de la Operación Malaya.

Poco después de su muerte, la Fundación Lara publicó una selección de sus artículos en "Vivir del presupuesto (y otras obras maestras)". Allí figura, a modo de aldabonazo, esta proclama, que data de agosto de 2003:

REIVINDICAR MARBELLA

Mis boticarias de cabecera se llevaron un televisor a su farmacia para seguir la moción de censura contra Julián Muñoz. Han visto los empujones, los insultos y a dos chulos de discoteca –uno negro con camiseta blanca, el otro blanco con camiseta negra- escoltar a una señora bien cargada de silicona que se dice socialista. “¿De verdad crees que nos merecemos esto?”, pregunta a una clienta una de las empleadas de la farmacia.

Se da por supuesto que los marbellíes son los únicos responsables de esta tragicomedia. Lo que no cabe ninguna duda es de que son víctimas. Estos días se ha dicho de todo: entre otras cosas, que en Marbella no hay nada que no esté a la venta. No difiere mucho esta visión de lo que Jesús Gil ha repetido miles de veces: “Cuando llegué a Marbella, sólo había putas, drogadictos y maricones”. Qué finura. Es realmente raro que los ciudadanos de Marbella dieran su voto a quien les insultaba. Pero, a toro pasado, la cosa parece más razonable: los marbellíes fueron engañados por Gil, pero nunca por Isabel García Marcos, ni por aquel figurín que durante años representó al PP y del que sus propios compañeros decían que estaba a sueldo del GIL.

En Marbella han fallado muchas cosas: no sólo el voto de sus habitantes. Falló el PSOE, cuando regía la ciudad, a la hora de solucionar problemas sencillos. Falló el Gobierno de la nación: Jesús Gil pudo ganar sus primeras elecciones gracias a un indulto firmado por Felipe González que le salvó de cumplir una pena de inhabilitación.

Lo recordaba muy bien el pasado martes, en estas mismas páginas, el diputado de IU José Luis Centella: nadie puso en su sitio a Gil cuando despidió al secretario municipal que se negó a rendir cuentas al alcalde en el ayuntamiento paralelo que había montado en la oficina desde la que gestionaba sus negocios.

Falló la Justicia; falló el Colegio de Arquitectos, que otorgaba visados a proyectos ilegales; fallaron los registradores de la propiedad, que se negaron a inscribir en sus registros las denuncias urbanísticas, lo que hubiera servido, al menos, para proteger los derechos de los que compraban de buena fe; fallaron los notarios. Sí, ya sé que todos ellos –jueces, fiscales, arquitectos, registradores y notarios- estaban respaldados por la ley, pero no por la moral ni por el sentido común.

Fallaron también los gobernadores civiles, incapaces de frenar los malos tratos y las amenazas, y falló la Junta de Andalucía, que tardó ocho años en reaccionar porque consideraba que el GIL servía para frenar al PP –fue el mismo error que cometieron los socialistas franceses con Le Pen- y mantenía un delegado de Obras Públicas al que sólo le faltaba aplaudir las irregularidades urbanísticas de Gil.
Son muchos los marbellíes que sienten estos días una profunda vergüenza. Han sido traicionados: PA y PSOE han hecho justo lo contrario de lo que sus electores esperaban de ellos. La entrada bajo escolta en el Ayuntamiento de los ediles traidores después de salir de sus escondites es significativa. Que unos concejales tengan que ser protegidos de sus votantes lo dice todo.

Al igual que en Madrid, nadie ha dado explicaciones de cómo estos sinvergüenzas llegaron a las listas cerradas del PSOE y del PA. Alguien debería de pedir disculpas.

Félix Bayón, El País Andalucía, 15-VIII-2003.

 

Que los niños dediquen el dia de huelga a la lectura

"Las artes quieren dar sentido a nuestra inexplicable aparición en el cosmos, pero no por eso renuncian a analizar y dar forma verdadera a las cosas de este mundo" (...) Cada uno de nosotros a lo largo de una vida inventa su propio bestiario (...) Todos estamos obligados a ello porque nacemos incluidos en una constelación de signos y nuestra vida consistirá en la alteración o la permanencia, el crecimiento o la mengua, de esos signos heredados que pueden ser una fortuna o una condena según sepamos descifrarlos".

"La nebulosa imaginaria que nos hace ser lo que somos se compone de aquello que tememos escape a nuestro control, lo que desemaos que permanezca, y también aquello que nos produce un dolor intolerable. En resumidas cuentas, todo lo que amamos y odiamos".

“Los humanos somos aquello que de nosotros dicen nuestras imágenes”.

"Ese es nuestro límite. Ésta es la desdicha: que no hay nada entero, todo es composición imaginaria, inestable equilibrio de átomos y moléculas sostenido por campos de atracción invisibles que se desgastan hasta dejar caer las partes cada una por su lado como castillo de naipes derrumbado".

Autobiografía sin vida, Félix de Azúa. (Entrevista)

Manuel Pedraz

Manuel Pedraz

"Historias de Papel", el programa que dirige y presenta Manuel en RNE Andalucía, ha obtenido hoy el Premio Nacional de Fomento de la Lectura que concede el Ministerio de Cultura. El año pasado recibió el reconocimiento de los editores españoles y antes el de los catalanes y más allá otro par de premios Andalucía de Periodismo. (Uno, aquel dedicado a Luis Cernuda, casi se lo fastidio por no saber manejar el mini disk cuando le grababa un tecto de "Ocnos" a Antonio Banderas en su casa de Los Ángeles. Los geniales técnicos de Radio Nacional pudieron recuperar aquel sonido apenas audible). 

Mi querido lector de "solapillas" se hace mayor con un sólido trabajo cultural y radiofónico, y se alza muy por encima de los vaivenes ocasionales de esta profesión. La pena es que este galardón, con toda su oficialidad, es sólo honorífico, sin dotación económica. Con lo mala que está la cosa y lo bien que hubiesen venido unos eurillos. Al menos para aliviar el coste de invitar a familiares y amigos.  

Verano

Verano

Cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero... O lo que es lo mismo: mañana comienzo la feria y el lunes no más al tajo; sin terapia ni compasión. Y digo yo: ¿por qué no me hacen como al niño de mi amiga Noelia, que irá a la guardería a poquito, para irse acostumbrando? En fin, la depresión de la mala vía...

Vacaciones

Vacaciones

Voy a buscar el mar.

No se confíe: el hombre es un lobo que aulla en el vacío.

A veces amenaza. Otras pide clemencia.

Casi siempre anhela un hogar, un fuego, una pareja.

Cariño, buena temperatura, sexo. Desde que descendió del árbol y se alzó sobre la sabana.

Aullaré al vacío en la playa y me limpiaré las heridas con alcohol y las protegeré con las páginas rugosas de algunos libros. Valga esta Rayuela que tantos años después todavía humedece y desgarra:

"Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio". (Julio Cortázar)

 

Extrañas intimidades

Lo dijo Ella la otra tarde en la playa como lo habló con las amigas durante la cena de la noche anterior, aireando lo propio, y peor, los años. Ahora, con otra entonación, más ideológica, pero con indéntico poso, lo leo en el chateau de Espada:

"«¿Han cambiado ellos? ¿He cambiado yo?» (...) La propia formulación de la pregunta exige el cumplimiento de una premisa harto discutible: la unidad del yo. Cambiar, en el fondo, significa permanecer. Nos resistimos a una hipótesis distinta: la de ser otro. Otro que vuelve la cabeza y mira al Uno, con las consecuencias lógicas de la ausencia de vínculos.

Pero demos por bueno que la unidad del yo existe, y que hemos atravesado, compactos, el tiempo. No todos los yoes experimentan esa sensación que describía mi corresponsal. En realidad, la mayoría de las gentes cree que ni ellos han cambiado ni he cambiado yo. Pero en una pequeña minoría es cierto que la quiebra se ha producido".

Cuando yo era joven lo repetía de fomar más prosaica, con aquel verso de Neruda: "Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos". Poema 20, previo a La canción desesperada y su concluyente "Es la hora de partir. Oh abandonado!"

Y aún otra más, también de don Arcadi y su veraneo: "La entrada de mis hijas en el umbral de la adolescencia ha tenido efectos destructivos en mi celebración de la carne joven. Saturado de hormonas, ahíto de turgencias, licuado en mil flujos, prefiero, por lo general, menos arrogancia y hasta un punto de flacidez amorosa. La circunstancia de esos vejetes en manos de muñecas se me hace más incomprensible cada día. La vida, (y ¡los patéticos embates!) rebota en tales cuerpos".

Mal van llegando las vacaciones.

Lectura

Lectura

Que los niños se acerquen a las librerías;

que corran atolondrados por sus pasillos como en una tienda de chuches;

que se reencuentren con los silencios de las sílabas como en un viejo teatro;

que acaricien los lomos de los libros con reverencia y temor, como cuando descubrieron el sexo compartido;

que abran un texto al azar y, en el asombro, confundan ficción y faction, como cuando equivocaron el primer amor;

que recuerden con el coronel Aureliano Buendía, "muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento", "aquella remota tarde en que su padre lo(s) llevó a conocer el hielo";

que indagen en los misterios del Cuaderno Gris y en el olor a tinta de quien transcribió de Belmonte el "se torea como se es";

que inviertan el hilo sobrante de botellonas y preservativos en unas tapas blandas de bolsillo que quizá guarden el tesoro del alumbramiento;

que ahorren por si nos les alcanza para las obras maestras de un genio irrepetible.

Y aún así, en caso de apuro, porque uno entiende que los vicios son caros, pueden acudir prestos a la biblioteca más próxima y asomarse al escote de la historia a través de las altas galerías.

Para que los niños alimenten sus insomnios entre el sexo por llegar y las luces por venir, atormentados a veces, asombrados otras, siempre alertas entre los ignotos pasadizos de la condición humana, envueltos en el mecano de las palabras, en la tersa caricia del papel.

Y se hagan adultos confiados en el afán del conocimiento, contemplando lo que les queda por leer, agradecidos por lo que nunca sabrán.

Con el campeón

Con el campeón

Jesús Navas, el duende de Los Palacios, tras la recepción oficial en el Ayuntamiento, con un propio que cotilleaba por allí y que era yo.

Mundial

¿Cómo se dice en afrikáner "El Duende de Los Palacios"? ¿Y en nederland?

Es ese enano canijo que corre por la banda al inicio del video, el que germinó el gol de la victoria de España. Responde al nombre de Jesús Navas y en unos días estará peloteando con un grupo de chavales en cualquier calle del pueblo. Quizá después de saludar, tímidamente, desde el balcón del Ayuntamiento.

(En afrikáner, "duende van paleise"; en nederland, "duende van paleizen", según el traductor de Google)

Malo y dulce

A un detective de novela policíaca que ahora no recuerdo le pregunta un cliente: “¿Cómo se puede ser malo y dulce a la vez?”. A lo que el detective responde: “Si no fuera malo, estaría muerto, y si no fuera dulce, no podría vivir”. (Rubalcaba visto por Millás)

Rectificación. La cita correcta, de Marlowe, es: “Si no fuese duro no podría estar vivo; si no fuera tierno, no merecería estarlo”. Me lo aclara el gran Pepón en el feisbu y remite al blog de Santiago González.

España, España, España

Este Mundial es tan malo que hasta a mí me cansa. Así que, mientras un veneno indaga en las posibles enfermedades de mis pulmones y me preparo para ver el partido ante Chile entre cervezas, banderas, gritos y colegas -es decir, en el bareto de siempre-, casi mejor que vuelvan los chicos, ahora que siguen ilesos y las únicas estrellas son Maradona y la Carbonero.  

Un país distinto

El presidente de EEUU, Barak Obama, se carga a su general más relevante, Stanley McChrystal, el procónsul de Afganistán, por este reportaje de Rolling Stone. [Vía Espada].

Quizá por decisiones así sea la democracia más consolidada del mundo, disponga de la sociedad civil más activa y mantenga esa fascinante relación de (inter) dependencia entre el poder, el periodismo y la ciudadanía.

Sin necesidad de (a)gentes que lleven el país a la histeria constante, a la crispación nerviosa o al guerracivilismo permanente.

 

“No hay nada peor que un imbécil culto y realizado”

"Es una frase que siempre tengo presente. Sabiendo que, como la mayoría, tiendo a la imbecilidad, procuro culturizarme lo mínimo y mantener mi vida cerca de la orilla del fracaso".

Enric González, El imbécil culto y realizado

(Ya que el Mundial es una sucesión de partidos infames, siga el blog de González, 10, Dibuje, Maestro, es mucho más que fútbol, es la vida).

La estupidez

La estupidez

Después de pasar una tarde en el hospital, de acudir a primera hora a una Delegación de Hacienda y de la derrota de España, nada como un libro que, en tales circunstancias, promete: "El poder de la estupidez", de G. Livraghi (Editorial Crítica).

Comienza así: "La estupidez es un problema feo. Siempre me ha fascinado la estupidez del ser humano. La mía propia, por descontado; pero también todas aquellas clases de actitudes necias y errores detestables que echan a perder tantas horas de nuestra vida cotidiana, generando no poca angustia".

Y eso que los servicios sanitarios y tributarios han funcionado a la perfección, sin tener en cuenta sus ejecutores que cobrarán desde este mes un 5% menos. Quizá porque la estupidez radica en otros estratos de la sociedad, especialmente en aquellos que tienen tanto poder que desconocen la devastación que causa su propia necedad.